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domingo, 5 de abril de 2009

PSIQUIATRA AFIRMA QUE ACTUA COMO PSICOPATA Y SE ALUCINA EL MESIAS



Fujimori se cree cristo



Del chinito de la esquina ya no queda nada. Atrás quedó esa imagen que proyectaba el ex presidente Alberto Fujimori, el hombre al que antes del autogolpe de 1992 se le veía como una persona sencilla, modesta, sensible a la necesidad del pueblo y con gran acogida por los sectores populares, humilde y solidario con los sectores D y E, pues decía que él también salió de abajo.

Era la figura que las multitudes querían porque se identificaba con ellos. Uno igual que nosotros ahora es presidente, se oía decir, según comentó ayer a OJO el reconocido médico psiquiatra Martín Nizama, ex director del Instituto Especializado de Salud Mental Honorio Delgado - Hideyo Noguchi.


Sostuvo que Fujimori se creía un salvador y este mecanismo lo llevó a creer que era el hombre que podía cambiar la historia del Perú a través de una dictadura.


Sin embargo, Fujimori, encarcelado, actúa hoy como un psicópata, con cinismo y cree que está en la línea política de dinastía al estilo japonés. Al parecer, piensa que es un emperador y que sus hijos Keiko y Kenji son sus sucesores, lo cual refleja que es un tipo desubicado en la realidad social y cultural, porque en el Perú nunca han habido dinastías, prosiguió el especialista.


omnipotente


Agregó que el ex dictador se siente un tipo mesiánico (como el Mesías Jesucristo), insustituible, se endiosa y se cree omnipotente, juega con un entorno que le hace creer que es una figura única en la vida nacional. Su objetivo es claro, él busca que Keiko asuma el poder y alcanzar su liberación por el indulto.


Los políticos de su alrededor también se aprovechan de su figura porque hay un 20 por ciento de electorado cautivo, advirtió


Señaló que las fechas en que asumió su autodefensa hizo de la sala penal especial de la Corte Suprema una tribuna política, desde donde se mofó de los fiscales, no se defendió, se satanizó; él no pide, exige justicia; no busca su inocencia, sino más bien impunidad.


Sin duda, añadió, ejerce presión mediante el chantaje, cogoteo, tiene un manejo psicopático impresionante en su defensa, por eso llevan la portátil e intimidan con marchas y denuncias.


Anotó que estarían actuando como una mafia, pues tienen una red fuerte con poder económico. Fujimori no actúa solo, sus amigos y voceros son agresivos, gritan y tratan de imponer su posición, continuó.


Por otro lado, Nizama indicó que Fujimorí se defiende solo y no acusa a nadie porque entre ellos buscan protegerse y, como ac- túan en grupo, no se van a culpar entre sí: Y eso se vio en el caso de Vladimiro Montesinos, pues ninguno de los dos reconoce que obraron mal; al contrario, se cuidan las espaldas, remarcó.


Nizama destacó que si González Prada decía que en el Perú donde se pone el dedo brota la pus, refiriéndose al tema de la corrupción, hoy no queda sino decir que el Perú nada en pus.

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